No quiero más engaños, no quiero daños NUNCA MÁS .

jueves, 3 de enero de 2013



Para cuando la razón es capaz de comprender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas. 

Si me hubiera detenido a pensarlo, mi devoción por ella no era más que una fuente de sufrimiento. Quizás por eso la queria más, por esa estupidez eterna de perseguir lo que nos hace daño .